Trataré de recordar la oración que recitaba mi abuelo Aquilino Grueso, para enfrentar los demonios, las tundas y patasolas que la tradición ha creado en la ley del monte, cuando tenia que ir a la finca de noche a trabajar, a cortar chontaduro, plátano, leña para proveer a su familia al día siguiente- recuerdo a mi abuelo sin zapatos con los pies embarrados, la verdad no me acuerdo haberlo visto con zapatos, pero sí de camisa blanca, que hacía juego con sus dientes tan blancos y perfectos, pantalón color kaki largo , pero con doblez hasta la mitad de la pantorrilla, que facciones tan perfectas las de mi abuelo Aquilino Grueso para ser tan negro.
Esto es lo que rezaba:)-
Santísima Trinidad
Dios soberano y eterno
que me libre de prisiones
y de penas del infierno
yo sin Dios no soy nada
con Dios lo que se viniese
aparta todo corazón furioso
que viniese contra mí
que la cruz y los tres clavos
vayan delante de mí
que Jesús que murió en ella
hable y responda por mí.
En el coro cantan misa
en la corte celestial
salgan, los que han de salir
entren los que han de entrar
que yo con Jesucristo
voy a salir a andar
No hay comentarios:
Publicar un comentario